jueves, 30 de marzo de 2017

EL PECADO DE SER VENEZOLANO.

A continuación queremos difundir una carta que nos mandó una persona muy allegada a nosotros. De verdad consideramos una verdadera tragedia que hoy ser venezolano sea casi considerado como ser una rata o algo por el estilo, más cuando nosotros siempre ayudamos a todos los ciudadanos del mundo que lo necesitaron. En fin, acá esta la carta: 

Antes que nada quiero comenzar aclarando que no es y nunca ha sido mi intención emigrar de mi país. Hace tiempo comencé a planear un viaje a Bogotá para poder descansar mi cuerpo y mi mente de lo agobiante que es vivir en Venezuela, viaje que solo duraría 4 días (ya que como muchos tengo responsabilidades en mi país). En realidad no sabía lo que me esperaba en el aeropuerto “El Dorado” en Bogotá. Al llegar un empleado me realiza las preguntas de rutina las cuales respondí sin ningún problema, dicho empleado se retira con mis documentos habla con alguien más y al regresar me dice acompáñeme sin explicarme el motivo, fui llevada a migración donde me retuvieron con 5 hombres, luego otro empleado con tono sumamente desafiante y grosero me hace de nuevo las mismas preguntas, burlándose y poniendo objeción a todas mis respuestas. Me fueron quitados mis documentos, pasaje de regreso y equipaje. 

Comienzo entonces a dar aviso a quien me esperaba allá de que algo no estaba bien, el funcionario verifica mi reservación en el hotel (que inclusive ya estaba paga) al percatarse de que la persona iba a dirigirse al aeropuerto me indicó que quien llegara por mi NO LO IBAN A DEJAR ENTRAR AL AEROPUERTO y me ordena que apague el teléfono o me lo quitaría lo que me dejó incomunicada. Cuando el "caballero" no tenía más nada que verificar me pregunta cuantos dólares llevaba (no sabía que el dólar era la moneda oficial de Colombia) Le dije que no tenía pero que si ese era el problema que permitiera que alguien me los llevara ya que tenía el taxi del hotel esperando afuera a lo que responde: ya te dije que quien venga no lo voy a dejar ingresar al aeropuerto, le dije que cómo hacía si me está bloqueando todas las posibles soluciones y aparte le recalqué que el dólar no es la moneda oficial de Colombia. 

Entonces él me manda a sentar, me vuelve a llamar y con tono sumamente grosero me dice "Ni que haga lo que haga va a entrar a mi país" por faltarle el respeto a la autoridad, cosa que nunca hice. Y mientras me encontraba en un estado de shock y llorando de impotencia, todavía tuvo la perversidad de decirme que tenía 10 minutos para abordar el avión o dormiría en el piso del aeropuerto, lo cual repitió aproximadamente 5 veces en el trayecto de vuelta al avión. Puesto que yo  no estaba en la capacidad de seguirle su ritmo al caminar porque sufro ataques de pánico y ya tenía mucha dificultad al respirar, me obligó a firmar unos documentos los cuales no tuve la oportunidad de leer porque me seguía indicando que si no me daba prisa me tenía que quedar durmiendo en el piso del aeropuerto, así, como si yo fuese un animal despreciable me trató este “señor”.

Hoy después de mucho reflexionar sé que desde un principio él estaba predispuesto a no dejarme entrar de ninguna manera. Ahora pregunto: ¿no son más peligrosos los miembros de las Farc que transitan libremente por Colombia y Venezuela y ya son considerados prácticamente un partido político? ¿De haber querido emigrar no era más seguro darle "pa' los frescos" a cualquier guardia sin moral en la frontera y ya? ¿No son más peligrosos los contrabandistas y narcotraficantes que entran y salen a sus anchas de Colombia? ¿No es Colombia uno de los países con más producción y exportación de droga? Recordé a Lorent Saleh y como fue entregado al régimen Venezolano aun sabiendo lo que le podía y le está sucediendo, recordé que mi pasaporte dice Mercosur jajaja "países aliados" pero también recordé que ya no somos la gallinita de los huevos de oro, recordé los miles de Colombianos (ojo no todos los colombianos son así) que viven en Venezuela y se dedican al bachaqueo, contrabando de billetes, gasolina, alimentos, etc., recordé los miles de colombianos que vinieron a matar su hambre en Venezuela. Nuestro país le ha abierto históricamente las puertas a todos los ciudadanos del mundo y los venezolanos siempre los hemos tratado bien, muchos países estuvieron en conflictos, guerras, depresión y nosotros estuvimos allí para ayudarlos y ahora parece ser un delito ser venezolano.


Entre otras cosas, causa mucha “curiosidad” como es que Jhony Bolívar, el asesino de Adriana Urquiola fue capturado en Colombia cuando tenía el status de asesino, es decir, los asesinos pueden entrar libremente a territorio colombiano aunque estén solicitados pero el ciudadano honesto no puede hacerlo. El mundo se esta deteriorando por contradicciones tan fuertes como estas. Quiero aclarar que quizá el agente de emigración tiene "derecho" a no permitirme la entrada a "su país" más no tiene el derecho a humillarme como en la forma en que lo hizo, con decirme el motivo (que aún no lo sé) y EDUCADAMENTE devolverme al avión era suficiente. Y para cerrar agradezco al personal de Conviasa y de emigración de Venezuela por su excelente trato y aclararme que el problema no era yo que todo conmigo estaba bien y que si lo deseaba podía regresar al día siguiente. Esto no me ha sucedido solo a mí pero Venezolano no te dejes humillar, lucha por tus derechos y tú integridad física y MORAL

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